En el cementerio de La Esperanza, parroquia Carayaca, Vargas, no hay mantenimiento de ninguna clase. Cobrar esto a los que tienen sus difuntos en ese camposanto sería una estafa, porque en muchas oportunidades no se encuentra ni un litro de agua para colocar en los jarrones de las flores.
Rigoberto Ramón Burgos Tovar
rigoburgos47@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario