Los directivos de nuestra casa hogar pasaban por varias dificultades para conseguir harina precocida de maíz, leche en polvo, azúcar, pasta alimenticia y otros rubros indispensables en nuestra alimentación, por lo que tenía que presentarme hasta con ocho pacientes, algunos trastornados y otros discapacitados, a hacer cola en un automercado situado muy cerca de nuestro asilo, ya que los dueños de ese comercio así me lo exigían.
Suponía este proceder un alto riesgo tanto para los señores propietarios de esta casa hogar y de nosotros, los residentes, en caso de ocurrir algún accidente en las calles a cualquiera de mis hermanos pacientes. Quiso Dios que un día de la pasada semana viera yo en mi querida Últimas Noticias un artículo de la periodista Olga Maribel Navas “La Superbarrio” informando que un colectivo del 23 de Enero llevaría comida a todos los hogares de ancianos de esa parroquia.
Acto seguido, en vista de que casi no puedo caminar, solicité la ayuda de mi compañero-paciente José Fagúndez para que hablara con el Colectivo Chapellín, cerca de nuestro hogar.
A las pocas horas tuvimos en el geriátrico la visita de 8 directivos del mencionado colectivo. No solo trayendo comida sino tomando nota de todas las necesidades graves que padecemos desde hace tiempo, las cuales serán planteadas por ellos no solamente al señor propietario sino a las autoridades nacionales.
Hago votos por que actitudes como la de los Héroes del Colectivo Chapellín sean oídas por todas las autoridades nacionales, a fin de que cubran todos los geriátricos existentes en el país porque sé que muchos de ellos están sufriendo las mismas vicisitudes que nosotros teníamos en nuestro geriátrico. Ya estamos comiendo bien gracias al Colectivo Chapellín, gracias a Olga Maribel Navas, gracias a Últimas Noticias, gracias a Dios y al comandante eterno.
Norman Rodríguez Martínez
Paciente Geriátrico Villa Carmela
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