Norman Rodríguez es un defensor de la tercera edad, especialmente de los abuelitos que viven en los geriátricos de nuestro país. Por experiencia propia sabe lo que es vivir en uno de estos sitios alejado de sus seres queridos. Es exigente y le gusta que todo salga bien.
En 2009 fue seleccionado como consejero de Últimas Noticias y desde entonces se ha convertido en un fiel colaborador de las páginas de los lectores para apoyar las iniciativas positivas, pero también para criticar con vehemencia las acciones que considera negativas y que afectan a la gente.
A sus 83 años, Norman ha emprendido una lucha incansable por sus contemporáneos. Busca dignificar el trato que reciben en las casas de reposo, brindarles oportunidades de esparcimiento y también ayuda en la organización de jornadas médicas y recreativas en el hospital Rísquez, en Cotiza. “El valor de la responsabilidad toca mucho mi vida, siempre he tenido un gran sentido de responsabilidad”, dice con orgullo.
Hace 5 años, un día cualquiera, salió del geriátrico a caminar. Fue a Pdvsa-La Estancia y vio una visita guiada para los niños de un colegio. De inmediato pensó: “Si traen a niños por qué no podemos traer a viejos”. Se acercó a la muchacha guía y le planteó su inquietud. Ella lo puso en contacto con los encargados y después de varias conversaciones, empezaron con el programa de visitas para los pacientes geriátricos.
Ahora piensa en un nuevo proyecto que lo emociona: la creación de geriátricos en los cuales se puedan hacer cultivos y tener animales. “Hay que darles una actividad a los viejitos, que siembren o cuiden algún animal, hay que encomendarles una misión para que se sientan útiles”.
Gisela Rodríguez V.
grodriguez@grupo-un.com
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