Prioridares

Todos las personas debemos realizar transacciones comerciales de diferente índole a fin de obtener los productos o servicios para nuestra diaria actividad. 

En tiempos pasados se realizaban con el trueque, pero con la aparición del dinero el manejo fue diferente para poder cubrir nuestras necesidades, que van desde la comida hasta bienes que implican la adquisición de una casa, un vehículo o la creación de algún negocio que nos permita un ingreso familiar fijo. 

Todos somos consumidores de determinados productos que forman parte de nuestra cotidianidad, como la comida, los productos de higiene personal (champú, desodorante, talco), de limpieza, y sumado a todo lo que denominamos “gusticos” o “chucherías”, que muchas veces son excesivamente costosos por tratarse de alimentos exóticos o no son nada saludables. 

En nuestro país, en los últimos meses, nos hemos percatado de la falta de productos elementales y otros no tanto, por razones ampliamente conocidas y debatidas, pero que a la final nos dejan el sinsabor de prescindir de alguna. 

Lo más difícil de esto es tener que prescindir de las que realmente sí son indispensables como, en mi caso, que tengo 2 meses o más sin conseguir detergente en polvo para la ropa; pero lo más grave es comparar que si bien no lo he conseguido al pasar por la puerta de cualquier establecimiento de licores, me quedo abismada de la gigantesca oferta de licores importados de toda índole; igual sucede con equipos de alta tecnología, zapatos y ropa que usted se consigue allí, y mi reflexión siempre es la misma: ¿Quién establece el orden de prioridades a la hora del otorgamiento de divisas para las importaciones? ¿Son más importantes licorerías llenas, miles de equipos tecnológicos o zapatos costosos o tener tus necesidades básicas cubiertas con los productos indispensables para tu vida diaria? ¡Estoy en la dulce espera de respuestas a mi gran inquietud! 

Manuela Ortega 

Lic. Administración/Taxista 

Habitante de Av. FFAA

manuelaortega26@hotmail.com