Coral necesita ayuda

En Catia, para diciembre de 2009, existía un colectivo llamado El Grupete, de la urbanización de Alta Vista. El Grupete se reunía para tocar instrumentos venezolanos en cuanta reunión surgiera. Desde entonces arman el nacimiento en la calle y alegran los días de pascuas con sus parrandas; a las que sumaron a los niños que quisieran cantar o tocar algún instrumento, sin audiciones discriminatorias.

Fue así como ad honórem la “cuatrera” Ingrid García y la psicopedagoga Eva Di Eugenio organizaron a los pequeños de la comunidad para crear una coral infantil, los Niños Cantores de Alta Vista, contando con el apoyo de los padres, vecinos y comerciantes de esa comunidad.

Con más de 60 integrantes y un repertorio lleno de aguinaldos, merengue y vals criollos, esa coral ha sumado interpretaciones en canales como Vive TV y la televisora educativa Colombeia del Min-Educación; en ancianatos, hospitales públicos, la carretera vieja de La Guaira y en el sector de El Cafetal. García y Di Eugenio manifiestan necesitar apoyo técnico para consolidar la coral.

Lastimosamente, hoy ensayan de casa en casa porque desde el 22 de mayo no han podido hacerlo en la casa comunal del miniparque La Cruz de Alta Vista, su lugar de ensayo desde hace seis años, pues ha sido tomada unilateralmente como depósito de bombillos quemados y ahorradores. Es  público y comunicacional que esos bombillos tienen cantidades de mercurio dañinas para la salud. Sirva el presente para que las autoridades competentes sepan reubicar los bombillos para garantizar así el derecho constitucional de esos niños a la educación, la cultura y la recreación.


CARLOS VIÑA CRESPO
albertovina@gmail.com