¿Qué es una abuela?

Es una gran sonrisa en una cara llena de experiencia y mucho
gris en el cabello. Las abuelas tienen un olor a torta, galletas,
caramelos, chucherías y su voz suena dulce, tierna y cómplice a
nuestros oídos.
La abuela encuentra en los nietos un nuevo sentido en su vida,
porque ya los hijos no la consultan sobre sus planes y a veces
ni siquiera le dicen lo que les molesta; pero están los nietos
preguntando, oyendo sus relatos, sueños, comunicándose con
ternura en la cocina, el jardín, en el parque, al llevarlos al colegio.
La abuela está presente para sus nietos. Y lo maravilloso de
convivir con las abuelas es que les muestran a los niños la gentileza
del final de la existencia.
Cuando los padres se preocupan con respecto al futuro de sus
hijos, la mayoría de las abuelas se limitan a desear que sus nietos
sean felices, porque han descubierto el poco tiempo que se
tiene para ser feliz.
Una abuela es un regazo para recibir consuelo, para dormir con
sonrisas, para soñar con cuentos de princesas y dragones, para llorar
cuando haga falta. Y no son necesarias muchas cosas para
alegrar a la abuela; basta con sonreír, con abrazarla y decirle: “Te
quiero, abue, eres maravillosa”.
Ah, claro que hay abuelas regañonas, que parecen muy severas;
pero si los nietos las entienden, sabrán que con un guiño,
una sonrisa y un “te quiero” todo puede lograrse.
Una abuela es dos veces madre y por eso es un amor que dura toda una vida y más allá. ■

MIRTHA GIRÓN
mirtag.giron069@gmail.com