Ojalá que la Defensoría del Pueblo, con su titular Tarek William Saab, haga honor a este despacho y cumpla con lo que prometió de no hacer más corridas de toros aquí en Caracas, aunque yo las llamaría corridas de la muerte.
El toro es un animal que no sabe cuál será su final, la cual ocurre en medio de una fiesta para divertir a unos cuantos. La impresión que me da es que les gusta ver morir a estos animales.
Es terrible ver cómo brota sangre de su lomo cuando le entierran unas banderillas y a pesar de estar herido siguen lidiando al animal y mientras más se debilita es mucho mejor para todos.
Estoy de acuerdo con lo que dice Saab de que causa daños psicológicos y eso de comerse un bistec de ese animal que mataron se lo comerán personas que no tienen ni un poquito de amor hacia los animales. Mucho hacemos con comer carne vacuna para encima comerse a un toro que matan de manera tan violenta.
En el mundo de los toros deben elaborar un documento que prohíba la actividad, que ya en estos momentos, cuando el mundo está tan convulsionado por tantas muertes, también tengamos que calarnos las “corridas de toros”. Señores, tenemos que tomar conciencia desde ya en defender
la vida de los animales, ellos fueron creados por Dios para nuestro disfrute, para verlos, atenderlos, cuidarlos y no para maltratarlos.
El que tiene una mascota es porque la quiere tener, para darle el amor y cariño que ellos se merecen. Y por favor recojan a los perros callejeros que se encuentran en plazas, calles, enfermos, con las patas
rotas, con sarna, muertos de hambre y sucios. Así que, señor Tarek, lo apoyo en esta iniciativa y que no quede en letra muerta o en un artículo que usted escribió en un periódico.
¡Arriba la vida de los toros! Y ¡Abajo las corridas de toros! ¡Y olé!
ISABEL BÁEZ DE ESCOBAR
Ama de casa
Hab. 23 de Enero
ana09111@gmail.com
domingo, 7 de junio de 2015
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