Meritocracia

Un término que no es muy bien utilizado en este momento político que vive nuestro país, pero
que llama la atención y que viene acompañado de los valores de cada ser humano tiene.

El mérito es relegado ante otra práctica de asignación de funciones en los entes gubernamentales. Un cargo vacante, ante muchas personas aptas para ocuparlo.

¿Que sería lo normal? La postulación, donde se evalúe a cada uno de los aspirantes, conocer
su trayectoria política. Su experiencia, su integridad como ser humano; esas y más son algunas
de las variables a la hora de elegir.

Pero no, ahora prevalece la tendencia política o, mejor dicho, la militancia política, el amiguismo, el que más ha dedicado su tiempo a la propaganda política, que no son un valor en sí mismo, y el mérito sí lo es.

Ahora bien, mi apreciación es: un postulado se evalúa no por populismo sino por popularidad, no por amiguismo sino por su capacidad, no por elección a dedo sino por elección popular y no por lealtad a un partido, a alguien o a algo, sino por liderazgo, por su perfil educativo y de experiencia laboral, por estar apto en todo sentido para representar el cargo.

ROSÁNGEL ALFONZO
Comerciante
Hab. Petare
rosangelalfonzo@hotmail.com