Día a día, a nuestras
vivencias les damos una ponderación según nuestra apreciación. La realidad
depende del valor que le confieres. Puedes decidir ver lo desagradable y quedarte
estacionado por años allí o simplemente tomar lo mejor y avanzar. Puedes
acumular también resentimientos siendo esclavo del rencor y malos recuerdos o superar
y avanzar en todos los aspectos.
Cargas un morral de
preocupación y muchas veces de cosas que no han ocurrido y te adelantas a los
resultados. Si estás conectado con la carencia, el miedo o la escasez, los
resultados futuros serán nefastos. ¿Hasta cuándo sufres por situaciones que no han
sucedido? No comulgues con la tristeza, con los resultados negativos, porque en
el fondo sabes que deseas otros resultados.
¿Hasta cuándo educas a tus
hijos con información o formación que te conecta con lo que no deseas? Basta de
repetir esas creencias y frases que te separan de lo que deseas; por ejemplo:
todos los hombres son iguales, todas las mujeres son iguales; ser rico es malo;
pobre pero honrado; solo pero feliz; loro viejo no aprende a hablar; ¿para qué
hacerlo si no nací para eso?; más salado que...
Interioriza que con esa
creencia educas a los más pequeños lejos de la verdad. Imagina a esos seres de
luz creciendo bajo esos paradigmas. La intención de estas líneas es que tomes
conciencia de lo que piensas, sientes, decretas con tus palabras o imaginas sobre
lo que pasará en tu vida. Es tiempo de avanzar, de convertirte en tu mejor
amigo, de tomar conciencia de que si piensas de una forma, te conectas con esa
forma.
Quiero que cierres los ojos y
traigas a ti una creencia o un pensamiento que te domine, contrasta, comienza a
hacer lo que te da alegría, comer lo que
te gusta, y basta de conectar con esos pensamientos y sentimientos de escasez.
Voltea a otro lado y observa la naturaleza, pues ella sigue dando y no espera resultados
externos. Las matas de mango siguen dando frutos a pesar de que los tomen;
sigue siendo más bella y frondosa porque está conectada con su fuente, sus raíces,
su amor. No piensa en para qué dar, para qué lucir hermosa si la maltratan o la
golpean. No me dan o voy a dar a medida que me den. Somos vibración y, por
ende, atraemos de acuerdo con nuestra sintonía. Trabaja en ti para que tus resultados
cambien. Cambia a tus pequeños, a tu hogar, comunidad, ciudad y país. A
trabajar juntos por nuestro bienestar.
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