martes, 25 de marzo de 2014

FLOJERA EN EL VARGAS


En la actualidad el país vive una crisis socioeconómica sin precedentes de la cual no escapa el sistema de salud, aparte de otros problemas que en este breve espacio es innecesario ahondar. Es el caso de un grupito minúsculo de flojos “trabajadores” dentro de uno de los hospitales más emblemáticos e importantes de Caracas, como lo es el hospital Vargas, que se han convertido en elementos pertubadores y saboteadores del buen funcionamiento.Un grupo de trabajadores que “laboran” en las áreas de Ingeniería Clínica y de Almacén se han dado a la tarea de vagar y holgazanear dentro de las oficinas, ya sea leyendo la prensa, jugando en la computadora o paseando por las instalaciones del hospital mientras hay bastantes reparaciones por hacer, tales como cambio de bombillos, reparación de grifos o tapar huecos en el techo, entre otros.  En Ingeniería Clínica, algunos no atienden las solicitudes hechas por vía escrita como corresponde por las distintas unidades del hospital (Infantil, Emergencia, Oncología, etc.) botan las órdenes de solicitud realizadas por el personal médico y enfermeros, en otras ocasiones las procesan cuando les da la gana o están de buenas. Los perdedores de esa vergonzosa situación son los pobres pacientes y el equipo médico. En el área de Almacén no se da respuesta a las solicitudes de cambios de bombillos, por ejemplo. En una oportunidad recibieron y sellaron la solicitud y dijeron que “en el transcurso de la mañana” de ese día enviarían a un obrero para realizar dicho trabajo, el cual nunca llegó. Al final de esa semana nadie había ido a revisar las lámparas. Eso ocurrió en febrero pasado y sucede desde hace meses.La unidad afectada con el problema volvió a solicitar el servicio y le dijeron que “no tenía obreros disponibles”, y había uno en esa dependencia hablando con un personal administrativo asuntos ajenos a la tarea que debe desempeñar dentro de los distintos servicios del hospital. Como observamos lo que impera en ese lugar es la flojera, la vagancia y la conchupancia ¿Qué país se construye, crece y se desarrolla con gente así? ¿Hasta cuándo el Estado mantiene a esos parásitos?

Miriam Cuevas
Internacionalista
Hab. La Pastora
mairimc27@yahoo.com
jacobo lugo / archivo

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