Muchas personas definen la felicidad como un sentimiento, cuyas características se manifiestan principalmente a través de la alegría y la paz del individuo.
Desde este punto de vista la felicidad, por lo general, tiende a ser momentánea o poco duradera en el tiempo, ya que depende de la circunstancia positiva que se esté viviendo en un momento determinado, pero cuando cambia la situación al sentido contrario de las agujas del reloj, la felicidad desaparece de manera inmediata.
Hay quienes piensan que la abundancia de dinero es sinónimo de felicidad y como dice la canción Latinoamérica del grupo Calle 13: "Tú no puedes comprar al viento. Tú no puedes comprar al sol. Tú no puedes comprar la lluvia. Tú no puedes comprar el calor. Tú no puedes comprar las nubes. Tú no puedes comprar los colores. Tú no puedes comprar mi alegría. Tú no puedes comprar mis dolores"; es decir, el dinero no lo compra todo.
Otros creen que ser feliz es tener un cielo sin tempestades, caminos sin accidentes, trabajos sin cansancio y relaciones sin decepciones. Pero ser feliz es agradecer a Dios cada mañana por el milagro de la vida, es encontrar fuerza en el perdón, es manifestar claramente nuestros sentimientos, es tener esperanza en las batallas, es tener seguridad en el terreno del miedo y amor en los desencuentros.
Ser feliz es reflexionar sobre la tristeza, aprender lecciones en los fracasos, encontrar alegría en el anonimato y dejar de ser víctima de los problemas.
Ser feliz es besar a los hijos, mimar a los padres y tener momentos agradables con los amigos.
Ser feliz es tener seguridad para recibir una crítica, aunque sea injusta, es tener coraje para oír o decir un "no".
Ser feliz es tener madurez para decir "me equivoqué", "perdóname", "te necesito" y "te amo".
Ser feliz es comenzar de nuevo cuando nos equivocamos, es poder ayudar a los demás sin esperar nada a cambio y no desistir en alcanzar nuestros sueños.
Ser feliz es mantener el equilibrio entre cuerpo, alma y espíritu de nuestro ser.
Podemos ser felices aún cuando las circunstancias no sean las mejores, porque, a final de cuentas, la felicidad no es un sentimiento, es una decisión que perdura para siempre.
"Si no se vive para los demás, la vida carece de sentido". Madre Teresa de Calcuta.
Alexander Bello
Contador público/La Tahona
alexbello_5@yahoo.com
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