El pasado sábado 20 de septiembre, el señor Antonio Viña se ofreció a trasladar de manera gratuita desde Caracas hasta Valencia más de 60 mil tapas a favor de la fundación Tapas por Vidas de Venezuela (organización que ayuda a niños con cáncer). Al llegar a la avenida Piar del sector de Guacara, Carabobo, se bajó a comer y su sorpresa fue que inmediatamente fue abordado por delincuentes con pistolas que le seguían en un carro particular para robarlo; se llevaron su caja de herramientas, una cámara y dinero.
Episodios como estos terminan perjudicando a muchos ciudadanos anónimos que intentan ayudar a otros. El venezolano siempre ha sido reconocido por su alto nivel de colaboración, solidaridad y ayuda desinteresada. Siempre habrá héroes anónimos que nos inspiren ese altruismo de la que está impregnada el ADN y que los extranjeros agradecen.
Venezolano al fin siempre aprenderemos de las malas experiencias. Seguramente el señor seguirá aportando para hacer de este el país que todos deseamos. Además, seguimos apelando a la conciencia de los delincuentes para que transformen esos antivalores en reales valores humanos.
Carlos Viña Crespo
albertovina@gmail.com
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