jueves, 3 de abril de 2014

EL VIACRUCIS DEL PENSIONADO


Todos los meses es lo mismo: colas y colas de adultos mayores a las puertas de las diferentes instituciones bancarias para hacer efectivo el cobro de sus pensiones. Para evitar esas colas, los bancos acordaron entregarles a los beneficiarios de pensiones una tarjeta de débito; de esa forma, los adultos mayores -además de cobrar más cómodamente- podían realizar compras en establecimientos comerciales de todo tipo.Hasta aquí, todo es muy bonito; pero aún hay entidades financieras que no les han entregado a los adultos mayores las tarjetas de débito por falta de plástico, y otras tienen pocos cajeros disponibles, lo cual hace imposible el trámite para los adultos mayores.Un ejemplo de este viacrucis lo viven los pensionados que cobran a través de Fondo Común. Los que viven en el municipio El Hatillo no tienen cerca una agencia de esa entidad y deben trasladarse hasta la Zona Industrial de La Trinidad, donde la agencia es muy pequeña y la mayoría de las veces el cajero automático no tiene efectivo. Entonces, se van hasta el centro comercial La Pirámide o se van hasta Chacaíto, que tampoco tiene dinero. Entonces deciden ingresar a la agencia a preguntar por otro cajero cercano y se encuentran con la respuesta: “No sé, no lo puedo ayudar”. Ante esa situación, el pobre señor -ya cansado y desesperado- decide regresar a su casa a buscar la libreta, recargar las pilas y volver al banco para poder cobrar su pensión. Es importante aclarar que los pensionados que cobran a través de ese banco no buscan sus cajeros automáticos por simple manía, el hecho es que a través de la red bancaria solo disponen de Bs 400 diarios.Otro viacrucis sufren los adultos mayores que cobran a través de Banco del Sur, que tiene muy pocas agencias y alega no tener plástico para entregar las tan cacareadas tarjetas de débito, por lo que los pensionados deben aguantarse inmensas colas a pleno sol cada mes para hacer efectivo el cobro.Se hace necesario implantar los mecanismos necesarios para evitar que nuestros abuelos sigan pasando tantas penurias, sobre todo porque muchos de ellos incapaces de andar solos.  

Irina Arraiz León
Comerciante
Habitante de El Hatillo (Mir)
polarico2011©gmail.com

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