miércoles, 9 de enero de 2013

¿Qué hago con el cáncer?



La palabra cáncer asusta. Prácticamente todos conocemos a alguien que se enfermó gravemente o murió a causa del cáncer. En realidad, el cáncer es un grupo de muchas enfermedades relacionadas y todas ellas tienen que ver con las células. El cáncer aparece cuando células anormales crecen y se extienden
rápidamente. A diferencia de las células normales, las células cancerosas continúan creciendo y dividiéndose descontroladamente, y no se mueren. Las células cancerosas suelen agruparse y formar tumores.

Si un amigo o un familiar tuyo tiene cáncer, lo más importante que puedes hacer es ¡seguir siendo tú mismo! Mucha gente que tiene cáncer lamenta que las personas a quienes quieren, de repente, empiecen a tratarlas de forma diferente, o bien se alejen completamente de ellas. Es natural experimentar miedo, ansiedad o incluso enfado cuando una persona a quien aprecias mucho tiene cáncer, pero no permitas que eso te
impida estar a su lado y ofrecerle tu apoyo. Otra forma de ayudar a las personas con cáncer es considerando la posibilidad de colaborar como voluntario en un hospital o clínica donde se trata a gente
con este mal.
El voluntariado es una forma excelente de mostrar tu apoyo. Si a un amigo tuyo o un familiar le han diagnosticado un cáncer, es posible que tenga constantes altibajos en su estado de ánimo. Tener que quedarse en casa mucho tiempo para descansar puede hacer que una persona se sienta sola y aislada. A la mayoría de la gente que se enferma de eso le gustaría tener a sus amigos y familiares a su alrededor, incluso aunque las visitas sean breves y no haya mucho que contar. Aunque tengas el horario muy apretado, puedes seguir en contacto con él de otras formas, como escribiéndole cartas, hablando por teléfono o utilizando el
correo electrónico. Ese tipo de cosas ayudan mucho a levantar el ánimo a una persona que se está enfrentando a este problema.
La vida enseña que la enfermedad es una bendición, una llamada del cuerpo para explicarnos que hay algo
que estamos haciendo mal, que hay cosas que debemos cambiar en nuestra vida. Estos simples pasos desembocan en tu felicidad, ¡tu cuerpo te lo agradecerá! No olvides nunca que la persona que te preocupa
simplemente está enferma. A pesar del cáncer, sigue siendo la misma persona de antes, a quien conoces y a quien tanto aprecias.

ANTONIO E. VALLÉE ZEA
Conservador de obra
GAntoniovallee@live.com

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