jueves, 7 de febrero de 2013

Abuelos quieren arepas


Quiero hacer reflexionar a los responsables de los mal llamados hogares de los viejos o casas de reposo y que en definitiva también llaman geriátricos, donde una cantidad de personas de la tercera edad pasan trabajo porque muchas de esas instituciones no responden a los fines para los cuales fueron creados.
En la actualidad en estas casas de atención hay escasez de harina precocida y azúcar; situación que venimos padeciendo desde hace un buen tiempo. Estamos sometidos a un régimen de desayunos y cenas de panquecas y sobre alimentos sin azúcar.
Estoy seguro de que en la casa de los propietarios de estos centros sí tienen esos productos y comen sus arepas diarias y el sobrealimento con azúcar.
Bien podrían los propietarios ya mencionados mandar a cuatro o cinco de sus empleados, una vez al día, a los automercados del Gobierno y privados, a comprar los seis kilos de harina y azúcar que les venden por cada persona, y así suspendernos a nosotros esta dieta involuntaria que estamos sufriendo, que no fue ordenada por ningún médico ni dietista alguno.
Debe considerarse que el ciudadano rico y el de clase media ya compraron sus 6 kilos como mínimo que les alcanza para un mes, pero no son capaces de entregar aunque sea un kilo al geriátrico para el consumo.
También los castigados ancianos residentes de estas inevitables casas finales de nuestras vidas tenemos derecho, aunque sea una vez al día, a nuestra arepa, y también a nuestro sobrealimento diario con un poquito de azúcar, en el caso de los abuelitos que no tenemos dificultades diabéticas.
Es necesario que el Inass, el Ivss, la Defensoría del Pueblo, las alcaldías y el Ministerio de Alimentación den respuesta a esta situación.
Si la culpa la tienen los dueños de estas casas; también la tienen nuestros hijos y más aun las autoridades nacionales que hacen caso omiso de la vida que hoy en día padecemos en estos reclusorios forzados a los que estamos sometidos los despreciados viejos de esta patria que algún día tendrá que desaparecer.

Norman Rodríguez Martínez
Pensionado
Hab. de un geriátrico en Altamira
Norman.rodriguezmartinez@gmail.com

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