martes, 20 de diciembre de 2011

Mejor educación

De un tiempo a esta parte da la impresión que de las librerías, bibliotecas y los bultos escolares, desaparecieron 3 libros fundamentales que, al menos en los años 60, 70 y hasta 80, formaban parte de la bibliografía del venezolano. Estos libros son: el manual de Carreño, buenas y malas palabras y un diccionario.
Es impresionante ver cómo, desde el funcionario de más alto rango hasta el estudiante de educación básica, escriben con horrores ortográficos. En mi época los maestros revisaban los trabajos y te bajaban la nota por cada error ortográfico cometido.
En cuanto a las buenas o malas palabras, las expresiones que se escuchan a diario de adultos y jóvenes rayan en un maltrato al oído y a la buena educación; antes si un joven decía una grosería delante de un adulto se exponía a que le llamara la atención. Es el común denominador que tanto varones como hembras se expresen con palabras como "'vón", "m----ico", entre otras.
Y en cuanto al manual de Carreño es porque se ha perdido la buena educación, esa que viene desde la casa, la que le dice al niño: "Siéntate en mis piernas y dale el puesto a la señora" (ahora, la madre sienta la bolsa, el niño brinca de un lado a otro, pero no lo carga, porque ella está cansada) o que un hombre se ponga de pie para darle el puesto; ahora, corren, empujan, se sientan y se duermen de inmediato.
Por lo antes expuesto, agradezco a quien se encuentre en su camino alguno de estos libros, reprodúzcalo y repártalo como si fuera un volante, porque Venezuela necesita que su juventud rescate la buena ortografía, la urbanidad y el buen hablar.
Ignaria Irina Arraiz León
Comerciante/El Hatillo
iarraiz1954@hotmail.com

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