domingo, 12 de julio de 2015

Generación de 1995



En las escuelas tradicionales cada vez que se cambia de color de uniforme se tiende a hacer una especie de graduación; bueno, en mi pueblo para mi época el llegar a 9º grado era como culminar la educación básica. En Táchira no era extraño encontrar pueblos donde el grado más alto de educación
no llegaba hasta el último escalón de la educación básica.

Río Chiquito no era la excepción y en la Unidad Educativa Torbes 9º grado o tercer año era la cúspide, la cima para muchos, y llegar a esta meta era un gran logro para cualquier estudiante y por costumbre se hacía una gran fiesta de graduación en la caseta del pueblo, orgullosamente yo fui parte de la promoción de 1995.

Debido a que solo existía una escuela los estudiantes pasaban muchos años compartiendo con los mismos compañeros; así nacían y crecían grandes amistades, lo digo por experiencia propia, porque han pasado solo unos añitos desde aquella meta cumplida y los que participamos en esa gesta educativa cuando nos volvemos a reencontrar es como si lleváramos poco tiempo de graduados, nos saludamos con mucho cariño y nos preguntamos mutuamente por la amiga y el amigo que más tiempo llevamos sin ver.

La XIII promoción de graduandos fue con 17 alumnos, todos amigos después de 20 años, los cuales cumpliremos este julio de 2015. Los años han pasado, nuestras vidas han cambiado, los caminos se dividieron, unos se quedaron, otros se fueron, otros van y vienen de vuelta a su pueblo amado donde se reencuentran nuevamente para compartir, contar anécdotas y volver a los recuerdos que viven radiantes en la memoria de cada uno de nosotros.

Algún día haremos nuestro esperado reencuentro. Estas cortas palabras que describo más que un cuento son una historia de amistad, de grandes amigos que el tiempo ni la distancia han podido disipar su amistad. ■

YANIO ACEVEDO
acevedoyanio@hotmail.com

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