lunes, 29 de marzo de 2010

Miranda

Miranda ha sido considerado por la historiografía venezolana como el Precursor de nuestra Independencia pero hoy, en pleno Bicentenario de nuestras Independencias, rompiendo paradigmas, podemos afirmar que con sus dos expediciones libertarias de 1806, con su protagonismo en la Revolución Francesa y su participación en la guerra por la Independencia de Estados Unidos; con su liderazgo en la Sociedad Patriótica y su rol protagónico en el Congreso de 1811, el singular caraqueño demostró su condición de ideólogo y conductor de la emancipación venezolana y de los proyectos de integración de las colonias españolas.
Era un 28 de marzo de 1750, todavía estaba fresca la sublevación de Juan Francisco de León de 1749, cuando nace el universal caraqueño en la antigua parroquia de Santa Rosalía, aunque su niñez y juventud transcurrieron en la vieja casona de la esquina de Padre Sierra. Sus primeros estudios los hizo en la ciudad natal, y a causa de los conflictos de clase de la racista sociedad colonial, su carrera militar la realizó en el exterior. Así llega a África y a Europa, donde aprendió varios idiomas y organizó su archivo, el cual contiene distintas colecciones de historia política y militar sobre las independencias de América, y hoy declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El 28 abril de 1806 entra Venezuela por las costas de Ocumare; venía con la idea de hacer de su patria la primera República libre del yugo español. Dos años antes la gloriosa Haití había derrotado a los ejércitos franceses y se había declarado independiente. Las autoridades españolas esperaron a Miranda, sus compañeros fueron apresados y diez de ellos decapitados, y él fue condenado a muerte por traición al Rey y a la Iglesia Católica. En agosto pone de nuevo en marcha su proyecto libertario, y junto a la siembra del futuro tricolor nacional, otra vez fue derrotado en La Vela de Coro. Se va a un exilio obligado hasta 1810, cuando roto el nexo colonial es electo diputado al Congreso y allí, con el apoyo de la Sociedad Patriótica, defendió con vehemencia la independencia absoluta. Su gloriosa existencia terminó un 14 de julio, día de Revolución, allá en La Carraca de Cádiz.
Gladys Arroyo
Historiadora
y habitante de El Cementerio
gladyshistoriacaracas@gmail.com

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