jueves, 19 de diciembre de 2013

En ÚNa de VALORES| RESCATAR LOS VALORES


Los valores son una parte importante en nuestras vidas, pero, ¿qué son valores para los muchachos?. En especial quiero hacer referencia al bachillerato que lo vivo día a día, doy clases en un instituto privado donde la mayoría de estos adolescentes provienen de familias divorciadas o madres solteras; de padres que salen para Caracas de madrugada con todo y tren y regresan en la noche, entonces dichos padres piensan que el papel de la institución y de los profesores es el mismo papel que desempeña un maestro de preescolar o básica. En otras palabras, tenemos que educar a sus hijos que se encuentran solos, que dependen de ellos mismos en cuanto a la responsabilidad diaria, la cual comienza desde levantarse temprano hasta llegar antes del canto del Himno Nacional pasando por la entrega de sus asignaciones diarias.Pero a los muchachos hay que enseñarles que el himno se respeta y que deben tener una postura seria, entre otras cosas.El mayor antivalor que puedo notar es que en mi época cuando se acercaba un profesor o entraba a un salón de clases no se escuchaba ni una mosca, ahora es al revés, hay que esperar que ellos se callen, que terminen sus diferencias o llamarles la atención para poder dar clases.Hay que enseñarles que existen los permisos, las disculpas y los buenos días. ¿Acaso esos no son valores y enseñanzas que deben recibir en casa?, no les dicen que los profesores se respetan.Veo con tristeza que las groserías son de uso normal para ellos, ¿cómo van a haber valores si son los padres los que reclaman el bajo rendimiento de sus hijos a los maestros? Cuando es a sus hijos a los que les deben reclamar por su rendimiento y hacerles seguimiento para que salgan bien.Más de un alumno se me ha acercado y me ha dicho que considera que el colegio es su familia porque ni los fines de semana son tomados en cuenta. Admiro a mis colegas porque, al igual que yo, somos los que les estamos enseñando valores, moral y principios a esta generación que se levanta.

Ingrid Almenar 
ingridalmenar@hotmail.com

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