martes, 26 de mayo de 2015

Respetando las Canas


Desde hace algún tiempo, y más aún en estos momentos, me he percatado de una situación muy desagradable: gente joven o adultos contemporáneos no permiten que una persona de la tercera edad no haga cola.
Basta y sobra que se acerque alguna persona mayor y no esté programada una fila especial para ellos cuando comienzan a agredirlos de forma verbal: “Haz tu cola, ‘vieja’, a mí no me importa tu edad”, “mira, cojo, yo también voy a pedir prestado un bastón para pasar primero”... ¿Perdón? ¿Qué les sucede a estas personas? ¿No tienen abuelos? ¿Piensan de verdad que son jóvenes eternos?
Estoy cansada de ser testigo de los maltratos que, en línea general, reciben ancianos en algunos asilos por parte del personal, en los transportes públicos, cuando van por la acera despacio y gente que viene atrás les grita: “Quítate, viejo”.
El más grave de todos los maltratos es el que reciben de su propia familia, quienes los tratan con desdén y en el peor de los escenarios no los sacan ni a la esquina a comprar un periódico, pues consideran que es una lata “cargar” con ellos, sin contar que los anulan de tal forma que terminan muriendo, pero de tristeza. ¿Dónde se nos perdieron los valores? ¿El respeto a nuestros mayores: la gentileza, la tolerancia, la paciencia y la camaradería propia del venezolano?
Lo siento mucho, pero soy de las que no se rinde, que cree en las bondades del ser humano. Quiero llegar a anciana y que, además, se respeten mis derechos; por esa razón, los recuerdo y los hago valer desde ya con las personas de la tercera edad que me rodean en cualquier lugar.

Manuela Ortega
Administradora/Taxista
Habitante de la Av. Fuerzas Armadas
manuelaortega26@hotmail.com

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