jueves, 23 de mayo de 2013

Biblia, Constitución y homosexualidad

Hace poco, un politólogo de Chacao manifestó su opinión por este mismo medio (martes 30 de abril de 2013), sobre el matrimonio entre homosexuales.
Partiendo de esa pequeña exposición, quisiera refutar los siguientes puntos para justificar esta unión a nivel constitucional:
1. El hecho de que nuestro país pertenezca al Mercosur no nos condiciona a legalizar el matrimonio entre homosexuales.
2. Venezuela es un país independiente, soberano, con sus propias leyes, reglas, cánones y estatutos, y cualquiera que pretenda venir a instalarse se tiene que adaptar a nuestras leyes, reglas, cánones y estatutos; no nosotros a ellos.
3. Nuestra Constitución garantiza los derechos e igualdad de condiciones a todos los ciudadanos y ciudadanas indistintamente de su condición social, económica, cultural, religiosa o sexual.
Sumado a esto, por ley divina que está sobre cualquier Constitución o tratado de cualquier país o unión de países, establece en el libro de Génesis Capítulo 1 versículo 27: "Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios los creó; varón y hembra los creó".
 Más adelante agrega en el Capítulo 2: "Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne". Dios así establece la unión entre hombre y mujer, matrimonio entre hombre y mujer; o ¿acaso Dios se equivocó? O ¿La Biblia miente?, o ¿Dios se equivocó y colocó un hombre en el cuerpo de una mujer? Y se volvió a equivocar, y ¿colocó a una mujer en el cuerpo de un hombre?
Igualmente, en el libro de Romanos el Señor nos hace ver muy por encima de los supuestos estudios genéticos, de la lucha por los derechos humanos, por la aceptación de diversidad de géneros; que la homosexualidad ante los ojos de Dios es abominación. "Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas… y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres..." Cap 1:26-27.
Culmino diciendo entonces como Pablo: "Profesando ser sabios, se hicieron necios". Rom 1:22

Amn Rangel
Profesora
amnrangel78@gmail.com

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