martes, 14 de mayo de 2013

Familias complementarias


Hoy en día, el aumento del número de separaciones y divorcios ha ido dejando en el recuerdo la imagen de la familia tradicional: papá y mamá biológicos junto a sus hijos legítimos.
Eso ha dado lugar a la proliferación de las llamadas familias complementarias, es decir, aquellas compuestas por parejas que han tenido hijos con anteriores cónyuges y que han vuelto a unirse con otras personas, las cuales, posiblemente, también tengan hijos.
En ese tipo de familias, tanto el padre o la madre biológica comparte el rol de padre con los hijos de su pareja y viceversa. Si el otro cónyuge no tiene hijos, le corresponde también aceptar ese rol, pues se convierte, de igual manera, en padre o madre complementaria de los hijos de su esposo o esposa. Por eso, la relación entre los padres biológicos y los no biológicos debe ser de mutua confianza.
Resulta entonces tan negativo acostumbrar a los hijos a utilizar expresiones como "este es el esposo de mi mamá" o "este es la esposa de mi papá", debido a que se está fomentando en el niño o joven la concepción de esa otra persona como un ser más dentro del hogar. Esa manera de pensar fomenta relaciones indeseables dentro de los miembros de la familia, como lo expresa el doctor Fernando Bianco.
Hay otros pensamientos que son dispositivos de situaciones conflictivas dentro de este tipo de familias: "Yo no les pido que lo quieran, pero tengan un mínimo de educación". Una expresión de ese tipo, evidencia una especie de favor que los padres piden a los hijos, lo cual coloca en una posición de debilidad a la pareja recién constituida.
La vida en una familia como esa, cuando no cuenta con el apoyo profesional necesario, les da la sensación a sus integrantes de vivir en una residencia de huéspedes coordinada por uno de los cónyuges.
Para que esas familias sean operativas, requieren -además de la ayuda profesional- poner en práctica algunas sugerencias parafraseadas del libro "Educación para padres", escrito por el Dr. Bianco: "Sus integrantes deben tomar conciencia de la importancia de tratarse como una familia, con el afecto y el respeto debido; efectuar reuniones familiares con frecuencia para favorecer la comunicación; el padre o madre complementaria debe asumir una responsabilidad compartida con el padre o madre biológica. Por tanto, tiene deberes y derechos con esos hijos; por su parte, los hijos pueden no estar de acuerdo en ciertos asuntos con sus padres complementarios, pueden hacérselo saber, pero siempre desde el respeto y el afecto que estos merecen".

Miroslava Cariel
Periodista/docente
Habitante de Catia
miroslavacariel@gmail.com

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