lunes, 5 de abril de 2010

Donación de sangre

En Venezuela, menos de 2% de la población acude a donar sangre a los bancos de los hospitales y clínicas del país, y aquellos que lo hacen, en su mayoría, se debe a compromisos con familiares o amigos cercanos. A pesar de los avances de la ciencia, los científicos no han podido conseguir un sustituto de la sangre. No podemos ir a la farmacia a comprarla. La única fuente de obtención de la sangre para tratamiento médico es la donación de las personas sanas.
La OMS ha establecido que, para que un país cubra los requerimientos transfusionales de su población, debe donar sangre al menos 5% del total de sus habitantes, meta que nunca ha podido alcanzarse en nuestro país. El pueblo venezolano es un pueblo solidario y sensible, pero necesita estar informado –y sobre todo motivado– para hacerlo voluntariamente, sin necesidad de saber quiénes van a recibir su sangre o a quiénes les salvarán la vida. Es decir, deberíamos ir a donar de manera altruista, sin ningún compromiso social. Tampoco pensando en obtener un beneficio adicional.
Es necesario que los bancos de sangre públicos y privados estén provistos de suficientes reservas de sangre y sus componentes (concentrado de glóbulos rojos, plasma, plaquetas, etc.). Quienes trabajamos en esas instituciones los 365 días del año, las 24 horas del día, debemos hacer un gran esfuerzo para convencer a las personas de esa acción. Existen muchos mitos acerca de la donación de sangre, falsas creencias que generan rechazo en las personas y evitan que asistan a donar.
Sugiero que no sólo el Ministerio de Salud tenga injerencia en este asunto. El Estado, por medio de sus instituciones y con políticas emanadas del Ministerio de Salud, debe apoyar el Programa de Bancos de Sangre en la promoción de la donación voluntaria, no sólo cuando se celebre el Día Mundial del Donante.
Las emergencias y los requerimientos transfusionales de los pacientes son constantes, las campañas deben ser permanentes. Instituciones como el Seniat, Indepabis, Cadivi, Pdvsa, etc., por medio de su gran maquinaria comunicacional, serían de gran ayuda en ese sentido. Sé que existe la voluntad y los recursos; entonces ¿qué está faltando?

Evelín Cadenas
Enfermera hemoterapista, habitante de El Cafetal
etcadenas@yahoo.es

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