lunes, 6 de junio de 2011

Ambiente libre de humo

Ejemplo saludable dio el Gobierno y el Ministerio de Salud a través de la resolución 030 que prohíbe fumar en ambientes públicos y privados cerrados. Los fumadores tendrán que acostumbrarse a fumar "escondidos" o en ambientes abiertos o mejor dejar este vicio tan nocivo para la salud del fumador y los de su entorno. Padres y educadores deberán convertirse en los primeros pilares de la prevención.
El dejar de fumar no solo va a evitar la posibilidad de muchos tipos de cáncer, ya demostrados por estudios clínicos con evidencia, sino de otras enfermedades que deterioran la salud. Al fumar, se produce mal aliento y aumenta la secreción de saliva y el hábito de escupir frecuentemente; las uñas, dedos y manos se tornan amarillas; se presentan ronqueras, afonías y tos crónica; el fumar dificulta e impide un buen rendimiento en el deporte.
La nicotina altera el sentido del gusto y del olfato, hay malestares digestivos y falta de apetito; hay aumento de la celulitis, hay alteraciones en la micro circulación, hay degeneración discal y dolores lumbares; hay caída del cabello, aumento de caspa, envejecimiento de la piel, arrugas, en algunos casos acné y se pierde la frescura de la piel; la impotencia sexual puede presentarse precozmente; la nicotina, como lo mencioné, disminuye la microcirculación en los centros nerviosos de la médula y órganos genitales.
El fumar favorece el aumento del colesterol, problemas cardíacos, aumentan la frecuencia, la tensión y las arritmias; por alteraciones de la irrigación cerebral, la nicotina y otros tóxicos (alquitrán) pueden producir accidentes cerebrovasculares transitorios que en algunos casos pueden llegar a producir lesiones de diversas consecuencias. Si con todo esto no dejamos de fumar, atengámonos a las consecuencias y "a llorar al valle". Una para el Gobierno. La próxima será para el aguardiente, los vehículos y las armas.
Rubén D Lopera
Neurocirujano
rdlchez@gmail.com

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