jueves, 26 de abril de 2012

Jubilada y sin beneficios


Muchas mujeres, al llegar a los 55 años, pensamos "¡Qué bueno! Llegué a los 55 y ya no pago pasaje (Metro, Metrobús, tren, camionetas); tengo derecho a descuentos en el pasaje interurbano, boletos de avión, en los cines; cobro la pensión de vejez; tengo trato preferencial en los bancos y organismos públicos y privados donde vaya a realizar alguna gestión, etc., etc."
 Sin embargo, la realidad es otra. Cuando voy a la taquilla del Metro, tren o en el Metrobús y muestro mi cédula de identidad en lugar de una sonrisa y la invitación a utilizar el servicio, lo que consigo es un grito de quien esté en la taquilla o el chofer diciendo "usted no tiene 60 años o haga su cola, pague completo".
La Constitución Nacional habla en su capítulo V (De los Derechos Sociales y de La Familia), artículo 80: "El Estado garantizará a los ancianos y ancianos, el pleno ejercicio de sus derechos y garantías (…) los beneficios de la seguridad social que eleven y aseguren su calidad de vida (…) se les garantizará un trabajo acorde con aquellos y aquellas que lo manifiesten y estén en capacidad para ello", pero no indica en ninguna parte que la tercera edad para la mujer se inicia a los 55 años. Esto lo asumimos porque la Ley del Ivss indica que la edad para acceder a la pensión de vejez es para la mujer 55 años y 60 para los hombres.
Si ya es difícil obtener un beneficio económico por tener más de 55 años, más complicado es que te den un asiento en cualquier sistema de transporte, y para muestra algunos comentarios escuchados en los diversos transportes, "esa se hace la vieja para que le den el puesto" o "¿con esa pinta, me vas a decir que es anciana?" (En el caso de las que usamos jeans y zapatos deportivos).
Hablando con varias personas que, al igual que yo, estamos en el limbo de la edad, concluimos que esto es fruto de la pérdida de valores, porque en épocas anteriores el sólo hecho de ser mujer y mayor era un boleto para que, al menos, 1 o 2 jóvenes te ofrecieran el puesto o te cedieran el paso. Debemos iniciar en nuestro círculo familiar una campaña de concientización sobre los valores, sobre todo el del respeto.
Irina Arraiz León
Comerciante
Habitante de El Hatillo
iarraiz1954@hotmail.com

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