La discapacidad severa en niños, adolescentes y adultos es una condición que limita su desempeño durante toda su vida y en la que necesitarán de la ayuda de otras personas en todo momento; quienes generalmente dan este apoyo incondicional son los padres y familiares cercanos, pero, cuando ellos no están ¿qué pasa con los ángeles? ¿Se quedan solos?
A través de las notas generadas en este espacio, mi compañera del V Consejo de Lectores del diario Últimas Noticias, Rosángel Alfonzo, ha planteado esta situación y también ha recibido la empatía de madres, padres y representantes que viven con esta misma angustia.
Lo que buscamos es otorgarles a estos venezolanos una mejor calidad de vida y condiciones que garanticen su dignidad en albergues con atención profesional, pensiones especiales, acceso a la alimentación y a la medicación oportuna. Estas son algunas de las propuestas a presentar, tenemos más ideas, las cuales han sido analizadas y valoradas positivamente en pro de estas personas que tanto lo necesitan.
Es importante señalar que el impulso que se logró con la Ley para las Personas con Discapacidad, publicada en la Gaceta Oficial N° 38.598, el 5 de enero de 2007, fue un paso importante en esta materia, pero se debe seguir con los siguientes pasos para hacer que dicha ley sea aplicada lo más efectivamente posible. Reconociendo la discapacidad severa se podría legislar garantías que les permitan a estas personas una vida digna y de calidad, que mantenga los cuidados de estos ángeles del cielo.
El llamado es también a los compañeros del Consejo de Lectores y al diario Últimas Noticias para que nos ayuden a motivar la discusión sobre la discapacidad severa en Venezuela.
Pedro Sandoval
Consultor de sistemas/Hab. 23 de Enero
sandoval.pm@gmail.com
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