martes, 17 de julio de 2012

El poder de lo simple


Para todas aquellas personas a quienes les gustan las soluciones y no los problemas.
Caso 1: vienes manejando y se atraviesa repentinamente un motorizado o un autobusero, lo cual conlleva un frenazo.
Solución común: que el conductor se baje a discutir y la respuesta generada sea más grosera.
Solución idónea: que quien haya faltado se disculpe con el agraviado y cada quien siga su camino.
Caso 2: estás sentado en un autobús y se monta una persona de la tercera edad, mujer embarazada o con discapacidad, pero nadie da el puesto.
Solución común: que venga una persona y le diga al caballero más cercano: "Señor, párese y dele el puesto".
Solución idónea: que cualquier hombre se pare caballerosamente y diga: "Siéntese aquí, por favor".
Caso 3: vas a entrar o salir del Metro de Caracas, pero te empujan salvajemente.
Solución común: el afectado dice: "Qué animales son"… y comienza la pelea.
Solución idónea: que la gente diga: "Permiso, por favor" y que la persona se mueva a otro sitio donde no obstaculice.
Caso 4: estás esperando en el banco a que el cajero te atienda y este se pone a hablar con el cajero de al lado.
Solución común: finalmente se oye la voz de alguien que dice: "Bueno, dejen la habladera y atiendan a la gente". Seguramente obtendrá como respuesta: "Espere su turno… y si está muy apurado se puede ir…".
Solución idónea: que el cajero haga su trabajo sin distraerse y que el cliente sea atendido en el tiempo que justamente le corresponda.
Caso 5: estás haciendo tu cola, bien sea para estacionarte, entrar al cine o cualquier otro evento, y se te colean.
Solución común: reclamar diciendo: "Epa, epa, abusador, haz tu cola".
Solución idónea: que cada quien haga su cola y espere su turno.
Finalmente, "el que es capaz de dominarse hasta sonreír frente a la mayor de las dificultades ha llegado a poseer la sabiduría de la vida".
Alexander Bello
Contador
La Tahona
alexbello_5@yahoo.com

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