martes, 11 de junio de 2013

Entre asientos azules y amarillos

Las normas del Sistema Metro de Caracas dicen que los asientos azules están destinados al público que comprende a las mujeres embarazadas, los adultos mayores y las personas con discapacidad.
Sin embargo, podemos observar que frecuentemente estos asientos son usados por personas que no pertenecen al grupo antes mencionado, hecho que ha ocasionado discusiones cuando una persona reclama que se le ceda el asiento que por norma le corresponde.
Esta situación es cada vez más frecuente, ya que muchos abuelos exigen sentarse en los asientos azules.
En el área de asientos amarillos es muy difícil que alguien ceda su asiento. Podemos observar mujeres con niños en brazos viajando de pie, que sólo obtienen un puesto cuando alguien a viva voz solicita uno para ellas, o cuando otra fémina, madre tal vez, se identifica con la usuaria y le da su asiento. También observamos que si un adulto mayor viaja de pie se escuchen comentarios donde se le sugiere trasladarse al área preferencial.
Cada vez son más los pasajeros que simulan dormir para no tener que levantarse de sus asientos ante la presencia de alguien que lo amerite, también usan audífonos para no darse por aludidos.
Hay quienes se arrepienten de ofrecer su puesto. Hace poco pude observar que un caballero cedió su asiento a una señora mayor que viajaba con un estudiante de aproximadamente 11 años de edad, la señora prefirió que se sentara el niño y ella siguió de pie, lo que provocó comentarios de desaprobación por parte de los usuarios, quienes consideraron que por su avanzada edad era ella a quien le correspondía sentarse, y que a la vez el estudiante aprendiera sobre la consideración que merecen las personas mayores.
Eduquemos a nuestros hijos a tener una conducta de respeto, de consideración y tolerancia hacia los demás, especialmente con quienes más lo necesitan.

Tania Pacheco
Lic. en Letras
Hab. Los Teques
taniapacheco21@gmail.com

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