jueves, 29 de julio de 2010

Matrimonio gay

Argentina acaba de convertirse en el décimo país del mundo en establecer la igualdad legal plena en el matrimonio para las parejas homosexuales.
Hay quien diga que se trata no de un avance de los derechos humanos sino de un ataque del demonio, o bien de una suerte de rapto de locura grupal que atacara a los y las legisladoras que le dieron entrada a “semejante despropósito”.
A las minorías sociales en general y a las minorías sexuales en particular se las califica de “desviadas”, “anormales” o satánicas. Y en la Argentina el debate social no fue tan distinto a eso. Hubo acusaciones de querer “destruir la familia”; hubo abyectas manipulaciones de la infancia que estudia en colegios religiosos para obligarla a “apoyar” una causa profundamente imbuida de odio por lo distinto, de intolerancia ante las minorías desprotegidas.
No dudo de que en Venezuela este debate se planteará más temprano que tarde.
Con Argentina, son 11 los países que reconocen igualdad absoluta a las parejas homosexuales. Se trata de un tema de derechos humanos, por tanto es un tema de interés ético y jurídico.
En Venezuela una pareja formada por dos personas de un mismo sexo carece por completo de protección legal. Esto trae como consecuencia que si es una pareja pobre, es imposible que acceda a tal protección. Pero quizás la situación más frecuente es la pérdida de los bienes conseguidos con el esfuerzo conjunto, cuando fallece uno de los miembros de la pareja.
Todos los pactos internacionales ratificados por Venezuela demandan la protección de esta realidad social legítima. ¿Será tiempo ya de que la sociedad escuche?

José Ramón Merentes
Politólogo, activista de DDHH y habitante de Campo Alegre
joram3000@hotmail.com

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