martes, 25 de octubre de 2011

A propósito del nombre de las plazas (II)

Todos los ciudadanos que habitan Caracas deben saber que esta plaza en vez de una estatua de Henry Clay, de Washington o de Alí Primera, debía ostentar el Monumento a Pedro Ramón Palacios y Sojo, Prepósito de la Casa de San Felipe, conocido como el Padre Sojo y fundador de la primera Escuela de Música de Caracas y llamarse Plaza de Los Cipreses o de San Felipe. No puede llamarse de otro modo, porque razones huelgan. El Teatro Nacional, podría convertirse, con reformas y adaptaciones apropiadas en la Escuela de Música que nació en sus cimientos. ¿Por qué no, si lo que se busca es el Rescate de los Espacios para el disfrute del ciudadano? Su acervo musical ha perdurado en estudios y escrito pedagógicos musicales que mantienen enraizados los elementos autóctonos de nuestra cultura, y en la cual subyacen profundos caracteres místico-religiosos que realzan su legado.

Por ello no es menos cierto que su sombra alegre y creadora junto con sus músicos, vagan escribiendo nuevos acordes por las Plazas de San Felipe y de Los Cipreses. Son las sombras a las que nadie consuela. Son las sombras que ahora quieren borrar.

La Memoria Histórica de este espacio tiene mucho más tiempo y esfuerzo. Trascendiendo esa acción al concepto de Identidad Social Urbana, podemos y debemos contemplar a ese entorno como una categoría social con un significado socialmente elaborado y compartido que puede servir de base para la definición de grupos sociales ya elaborados, estudiados y arraigados en dicho proceso. La delimitación conceptual de esta identidad social espacial así como su relación con las características simbólicas del espacio es un proceso que debe y tiene que ser encabezado por el ciudadano, ese que con su vivencia y su tradición oral hace y construye sus espacios socio culturales.

Necesitamos sentirnos y definirnos RESIDENTES de una ciudad que requiere que la cuidemos, haciéndola mejor para vivir y ayudándola a que mejore, donde la disposición a la convivencia lógica sea avalada por un sentimiento positivo acorde con nuestra disposición dentro de la ciudad, pues sólo ese sentimiento comunitario elevado tendrá como efecto a un ciudadano dispuesto a seguir Normas. Por ello, debemos colaborar con el conocimiento de la Identidad Social Urbana de Caracas.

Antonio E. Vallée Zea

Conservador de Obra Gráfica

antoniovallee@live.com

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