jueves, 15 de marzo de 2012

Decide amar

No se puede "ser feliz" si no has "perdonado" y si no has "perdonado" es porque no "amas". El amor es la demostración de afecto que siente y vive el ser humano sobre las personas o demás cosas creadas, a través de hechos acompañados por lo general de palabras sinceras y puras que nacen del corazón.
La descripción más profunda que podemos leer sobre el verdadero amor se encuentra tipificado en la palabra de Dios en el libro 1 Corintios 13:4-7 "El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta."
Quizás muchos de nosotros no nos hemos percatado que la vida en esta tierra es pasajera "somos aves de paso" y que cada segundo de tiempo que transcurre vale un lingote de oro, el cual debemos de aprovechar al máximo en compañía de todo aquello que realmente queremos.
Después de Dios lo más importante que hay es la "familia", quienes merecen tiempo de calidad, donde participen frecuentemente y oportunamente el abrazo, un beso, el cariño o cualquier otra demostración de apego; sin duda alguna estas acciones fundamentará la base solida del amor en nuestras vidas.
Los habitantes de este mundo necesitamos encontrarnos de nuevo con esa fuerza o sentimiento de amor, quienes controversialmente nos hemos desviado del camino correcto originado por muchas razones. Si tan sólo nos sentáramos a pensar un rato de manera objetiva sobre los acontecimientos concluiríamos que muchas de estas justificaciones son absurdas, sin sentido e injustificables.
La responsabilidad de crear un mundo mejor recae sobre cada individuo y nuestra actitud ante la vida se verá reflejada en el resultado de la misma. Hay tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor, pero la más excelente de ellas es el amor. Reflexionemos:
Tener un lugar adónde ir, se llama un hogar. Tener a quién amar, una familia. Tener ambas, es una bendición.
Cuando hay fe, hay amor. Cuando hay amor, hay paz. Cuando hay paz, esta Dios y donde este Dios no hace falta nada.
Alexander Bello
Contador público
Habitante de La Tahona/Baruta
alexbello_5@yahoo.com

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