jueves, 23 de agosto de 2012

De profesional a informal


En los últimos años hemos escuchado a los entes oficiales, sobre todo a los encargados de diseñar y ejecutar las políticas públicas destinadas a la educación universitaria, decir hasta la saciedad que Venezuela hoy ocupa uno de los primeros lugares en cuanto al número de estudiantes universitarios.
 De verdad que ese logro es digno de admirar y profundizar, con más medidas que permitan a la mayor cantidad de jóvenes y a los que no lo son tanto para que inicien y culminen estudios superiores.
 Sin embargo, es realmente lamentable e incomprensible que miles de  personas que salen egresadas de las principales universidades públicas y privadas del país no consiguen empleo y de manera automática pasan a engrosar la no tan gratificante lista de desempleados.
En Venezuela, nuestros profesionales universitarios se ven obligados a trabajar de informales en oficios que nunca imaginaron, expuestos a la persecución policíaca y a otras anomalías para no morir de hambre. Es sin duda una injusticia inexplicable para quienes tomaron la opción de formarse académicamente para contribuir con su desarrollo personal y el progreso socioeconómico del país.
De verdad resulta inaudito que nuestros profesionales para poder ganarse la vida no precisamente ejerciendo la profesión para la cual se formaron tengan como opciones: lanzarse como vendedores ambulantes en las calles, rentar un puesto en un mercado popular, trabajar de vendedor en una tienda (omitiendo su título universitario), salir a limpiar baños en el exterior o si corren con suerte ser contratados por un ente gubernamental o privado que les subpague y los ponga a realizar diversas funciones por un solo salario.
Sin duda que esta situación tan deplorable que viven nuestros profesionales debe ser atendida con urgencia, porque de qué vale que el Estado diga que ocupamos los primeros lugares en matrícula universitaria en Latinoamérica si a nuestros profesionales el futuro que les espera en el maltrecho mercado laboral nacional es un camino directo a la informalidad.
Es vital que se diseñe ya, y se ponga en práctica, una política pública seria no coyuntural en materia laboral para los profesionales universitarios. Ellos también son sostén de familia y un sector social fundamental para empujar el desarrollo económico del país.

Miriam Cuevas
Internacionalista
La Pastora
mairimc27@yahoo.com

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