Los pedigüeños son personas que se han "adueñado" de las aceras de las farmacias, restaurantes, abastos, supermercados y bancos, entre otros establecimientos, y donde los usuarios o clientes nos vemos obligados a pagar por el simple hecho de estacionarnos por breves espacios de tiempo para hacer cualquier diligencia.
Estas personas ejercen presión para que de alguna manera los usuarios se vean obligados a pagar por el uso de estacionamiento; además, según ellos, nuestros vehículos están seguros o vigilados.
Y mucho cuidado si no aportas en metálico por dicha seguridad, esto significa insultos o amenazas por parte de estas personas; incluso puedes ser "fichado" si eres cliente de algún lugar en particular, en donde en la próxima visita serás la víctima.
Es lamentable que estas personas se hayan dedicado de manera fácil a realizar este "trabajo", pues la mayoría de ellos son seres aptos para realizar cualquier otra labor donde puedan percibir un sueldo.
Ser pedigüeño se ha convertido en un negocio muy fácil de hacer, sin horario ni fecha en el calendario.
Hacemos un llamado a los dueños, encargados o gerentes de estos locales para que tomen las previsiones pertinentes al caso, ya que muchos clientes se molestan al realizar cualquier tipo de diligencia y tener que pagar por un área que es totalmente gratuita.
Además, sienten que de alguna manera contribuyen con la vagancia y la sinvergüenzura.
Es muy importante resaltar que esto causa malestar en la colectividad.
Para poner un ejemplo: si en la avenida que va desde Santa Mónica hasta Los Chaguaramos te detienes en la farmacia, en la panadería y en el banco, imagínate cuánto tendrías que pagar en 3 puntos para hacer varias diligencias.
En este sentido, se hace evidente la necesidad de retomar los planes que en algún momento dieron origen a la misión encargada de recoger a los indigentes para atenderlos e insertarlos de nuevo a la sociedad.
Keyna Cáceres
TSU en Turismo, taxista y habitante de la Urb. Bicentenario (Km 5 de la carretera Panamericana)
keyna_c@hotmail.com
(Texto publicado en UN el domingo 5/09/10)
martes, 14 de septiembre de 2010
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