jueves, 2 de septiembre de 2010

¡Vuelvo con él!

Muchas son las razones que influyen en una mujer para que continúe aceptando una vida de maltratos. Ninguna es válida. Para quien desde afuera juzga u opina, sin embargo, no es fácil adentrarse en ese oscuro mundo y entender. No cabe la menor duda de que está actuando equivocadamente al aceptar tal situación, y que además de eso, cuando se trata de maltrato físico, pone en peligro su vida y la de sus hijos si los tuviera. De cualquier manera, el maltrato físico o el psicológico, infligido por la pareja o por cualquier otro es inaceptable. Hablo de que no sólo la pareja maltrata a la mujer, también pueden convertirse en maltratadores los hijos, la madre, el padre, los hermanos, los amigos, etc.
Las mujeres hemos sido educadas por la sociedad y la cultura para ceder, sacrificar, para poner la otra mejilla, para mantener el hogar a flote a costa de lo que sea. En estos tiempos se habla de movimiento feminista, también de igualdad de géneros (pura teoría); en la práctica eso se traduce en industrialización o tecnologización de las funciones de las féminas y además seguir con las cosas de la casa. No debería extrañarnos ver tantas mujeres jóvenes, adultas y ya mayores con enfermedades autoinmunes (cáncer de mama, útero, ovarios, leucemia) todo producto de tanto maltrato y represión. A las mujeres nos cuesta amarnos, o mejor aún, enamorarnos de nosotras mismas.
A los apasionados por este tema les recomiendo un excelente libro titulado Mujeres que corren con los lobos, de la psiquiatra Clarissa Pinkola de Estés. Se consigue en Tecniciencia y en Nacho. Muy buena guía para la mujer de hoy y del futuro, para nuestras hijas, para nuestras queridas mujeres de la vida.

Evelín Cadenas
Miembro del primer Consejo de Lectores de la sección Más Vida
etcadenas@yahoo.es

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