martes, 4 de mayo de 2010

Las buenas lecturas

El hombre ha mostrado interés en la lectura desde tiempos antiguos. El rey asirio Asurbanipal, que tuvo una biblioteca con 22.000 tablillas de arcilla y otros textos, dijo en su día: “Soy capaz de descifrar palabra por palabra las inscripciones en piedras de antes del Diluvio”. (Historia del libro, de Hipólito Escobar, Madrid, Pirámide, 1988, pág. 58.) Puede que con este comentario se haga referencia a ciertas narraciones recogidas en la tradición y que hablaban del diluvio universal, o tal vez a algún registro asirio sobre un diluvio o inundación regional. Es esencial tener buenos hábitos de lectura, sea uno estudiante, profesional, ama de casa, oficinista u obrero de fábrica. Son muchas las puertas que están abiertas para los que saben leer bien.
El estudiante que sabe leer bien llega a ser más competente en su trabajo y sin duda aprende más en la escuela. Puede minimizar el tiempo que dedique a leer y releer las asignaciones.
De igual manera, el hombre de negocios o la persona profesional que sabe leer bien puede encararse con éxito a informes largos y otra lectura por el estilo. En cambio, esto permite que tenga más tiempo para contacto personal con sus pacientes o clientes. El saber leer mejor le permite leer más extensamente y esto le ayuda a familiarizarse más con el trabajo, los estudios y los experimentos que otros lleven a cabo.
Los cabezas de familia, gracias al mayor conocimiento que adquieren debido a saber leer mejor, pueden frecuentemente mejorar sus capacidades de trabajo y cumplir mejor con sus responsabilidades. En muchas partes del mundo, el saber leer instrucciones, reglamentos y otras directivas escritas les ayuda a atender mejor los asuntos del hogar. El saber leer también es útil en lo que tiene que ver con el buen manejo de las finanzas de la familia.
Las amas de casa que adquieren mayor conocimiento mediante la lectura pueden atender mejor a su familia en lo que tiene que ver con la nutrición apropiada, la higiene, la prevención de enfermedades o el cuidado de los enfermos. Las madres que saben leer bien pueden tener éxito en enseñar a sus hijos a leer antes que estos ingresen en la escuela. Claro esta escoja buenas cosas que leer; por ejemplo quizás un libro (La Biblia), un periódico (Ultimas Noticias) o una buena revista (Atalaya, Despertad, Dominical o Multicolor) Por eso, no cabe duda de que hay abierta una puerta que lleva a un mundo de conocimiento y emoción para toda persona que quiera entrar por ella. La clave es la lectura. ¡Sí, lea bien pero cosas bunas y esta puerta estará siempre abierta para usted!
Deulis Velásquez
Habitante de Catia
Cartero

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