El miedo es una límite invisible que ciega nuestros sentidos, nos impide sonreír; es una barrera espacial que si te detienes un momento observas que no es firme, no posee color ni sabor, es tan insípida y triste que muchas veces le damos más valor que a lo que verdaderamente nos podría regalar muchas sonrisas.
Generalmente nuestros miedos vienen derivados de situaciones pasadas que no se comparan con tu presente o con tu decisión de cambiar cosas en tu vida.
¿Cuántas veces tenemos miedo de experimentar algo agradable o algo que soñamos por traer como referencia situaciones pasadas?
Detente un momento, reflexiona quién eras en ese momento, quién decides ser hoy. Sigue tus sueños, inténtalo tantas veces como puedas que la perfección no existe, lo único que existe es la alegría de intentar, la alegría de vivir y compartir.
Busca ese trabajo que anhelas, estudia lo que deseas, vuelve a enamorarte, practica lo que le regale bienestar a tu alma.
Para tu corazón no existen obstáculos, los obstáculos los trae la mente, nuestros pensamientos arcaicos, rodeados de falsas creencias; rompe los esquemas; toma la decisión de hacer actividades agradables; recuerda que para ser feliz el tiempo no está contado.
No existe limite de edad para soltar tus miedos, la única fuerza que existe son las ganas de empezar, de sonreír, debes convertirte en tu propio genio y en el único dueño de tu vida.
Comienza a regalarte los deseos de esa lámpara maravillosa que es tu corazón. Que tu mente visualice y concrete todo lo bueno que deseas para superarte y crecer.
Y cuando se aparezca nuevamente el miedo en tu vida, habla con él y coméntale, con convicción, que viniste a vivir y que por favor no intente detenerte porque desde ahora y en adelante serás tu propio genio.
Terapeuta motivacional. Habitante de Baruta
ivsarih@gmail.com
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