En el Cementerio General del Sur se presentan graves problemas de limpieza y recolección de maleza, calles destrozadas, inseguridad personal -sobre todo en las zonas altas-, motorizados que circulan sin la debida identificación (no se sabe si son trabajadores del cementerio o antisociales que entran a atracar a los visitantes), deterioro de las esculturas y profanación de las tumbas más antiguas.
Otro hecho irregular que detecté cuando visité el lugar fue los entierros de "malandros" que llegan en cambote montados en motos armando escándalos y lanzando tiros al aire sin que los policías de la PNB hicieran nada al respecto.
Esas personas imponen su ley allí y las autoridades parecen temerles. La Alcaldía de Libertador y el Gobierno del Distrito Capital deben ponerle coto a esa situación, que mantiene en jaque a las personas que van al campo santo a visitar las tumbas de sus seres queridos.
Miriam Cuevas
Habitante de La Pastora
mairimc27@yahoo.com
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