jueves, 24 de noviembre de 2011

Vamos a impulsar el turismo geriátrico

Continúo con este artículo los pasos iniciados por una joven semiparapléjica llamada Maribel Torres, quien desde un instituto ubicado en San Bernardino, y a pesar de su enfermedad, luchó incansablemente para que los enfermos sean incluidos en un plan turístico.
En primer lugar, dirijo mis peticiones al Ivss, Ministerio de Relaciones Exteriores (Cancillería), Inass, BCV, Fogade, Cantv, Pdvsa y la Electricidad de Caracas, debido a que estas instituciones cuentan con autobuses bien equipados con los que trasladan a diario, al colegio, a los hijos de empleados, y en vacaciones se usan para paseos.
En segundo lugar solicito al Ministerio de Turismo que coordine el transporte para hacer turismo geriátrico. Este despacho cuenta con suficientes autobuses. Asimismo, pido la colaboración de los institutos arriba mencionados para que apoyen esta misión. Hay en los 68 geriátricos financiados por Ivss, los 10 o 12 particulares y de las alcaldías municipales un aproximado de 10.000 pacientes, clasificados así:
Postrados totalmente, trastornados mentalmente y graves que lastimosamente no pueden recrearse, visitar sitios o hacer turismo.
Existen en estos lugares gran cantidad de personas con paraplejías parciales, ACV, otros con Alzheimer parcial y un grupo sufre de abandono familiar y soledad, son pacientes mentalmente sanos y, de hecho, aptos para el tipo de paseos que solicito. Conveniente sería empezar con visitas diarias al Parque Miranda, La Estancia, Teleférico, Betania, la Colonia Tovar y algunas playas del Litoral guaireño. Más adelante se harán paseos por varios días a Morrocoy y Barlovento.
Deben integrarse a este plan la milicia nacional, Defensa Civil, cuerpos de Bomberos y, sobre todo, los artistas nacionales para impulsar y apoyar este proyecto.
Los pacientes geriátricos en nuestro país están encerrados, algunos amarrados, otros bajo dosis excesivas de drogas, pero son personas que dieron lo mejor de su vida; sienten, padecen maltratos y abandono familiar, a la espera del llamado del Todopoderoso.

Norman Rodríguez Martínez
Residente de un geriátrico
en San Bernardino
norman.rodriguezmartinez@gmail.com

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