En este momento llama poderosamente mi atención ¿cómo en el fondo somos todos unos pitiyanquis (Pettit Yanqui)?, pues en lugar de usar la castiza palabra de contenedores, para referirnos al escándalo de la comida podrida, preferimos utilizar la norteamericanísima palabra "container", es más, mueve a risa ver funcionarios y personajes públicos haciendo uso de su dominio de tan imperialista idioma cuando tratan el tema.
La lucha que le espera a las futuras generaciones de venezolanos es más grande en el terreno lingüístico que la lucha por la independencia económica, incrementada esta dificultad por el uso y abuso de la Red. En este sentido, el diario Últimas Noticias libra una batalla titánica muy a la calladita, pero digna de admiración, a mi modo de ver, por mantener la nacionalidad viva en el aspecto lingüístico acudiendo a titulares entendibles por parte de la mayoría del pueblo que somos, en el entendido que la lengua es una herramienta viva, cambiante, liberadora, constructora de identidad.
Los ataques a esta iniciativa han sido también innumerables: chabacanos, negros, tierrúos, y pare usted de contar. Definitivamente, esto constituye una prueba irrefutable de que la sociedad está dividida en clases, al parecer irreconciliables, donde la caída del muro lingüístico es de vital importancia para reencontrarnos a la luz del respeto. Creo firmemente que la independencia será posible en el momento que la multicolor gente de la patria se sienta conforme y acepte lo que somos y seremos.
A Últimas Noticias le digo que a pesar de las críticas, es una labor de necesaria independencia apostar al estilo particular del venezolano; es una labor de reconciliación con el alma del pueblo mismo, y el triunfo estará en la constancia de esa siembra.
Rafael Ledezma
Prof. en Ciencias Sociales, habitante de San Antonio de los Altos.
E-mail: ledezmar@cantv.net
Twitter: @ledezmar1
lunes, 16 de agosto de 2010
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