Jacinto Convic es un hombre que nació para curar a la humanidad. Él nos enseña que la salud es lo más importante y es sorprendente que a sus 96 años aún sigue estudiando y trabajando para una cura contra una enfermedad que ha sido fatal para la humanidad.
El doctor Convic ha entregado su vida para conseguir una luz y una esperanza para todas estas personas que sufren este mal.
Hombres como este médico son los que necesitamos en nuestra patria. Ojalá que todos los galenos fueran como él: entregados a su carrera y a su vocación, sin importar el dinero, el prestigio y los honores.
Su único interés es curar y ayudar a todas las personas que están sufriendo a causa del cáncer. Así deberían ser todos los profesionales de la salud en nuestro país y en el mundo.
Hay que dar gracias a Dios porque tenemos a este médico comprometido con la vida y con la búsqueda de una cura para este mal.
A los organismos del Estado a los que les corresponde el tema de la salud en el país, incluso las instituciones y profesionales pertenecientes al sector privado vinculados con esta área de la medicina, los invito a ayudar a Jacinto Convic para que siga adelante en su investigación.
Queremos, necesitamos, que este doctor pueda hacer más vacunas y usarlas en beneficio de toda la humanidad.
¡Adelante, siempre adelante, doctor Convic! y muchas gracias por dedicarnos su vida a encontrar una cura para esta terrible enfermedad.
Isabel Báez
Ama de casa, vocera de un consejo comunal de la parroquia 23 de Enero.
ana09111@gmail.com
martes, 17 de agosto de 2010
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